martes, 29 de mayo de 2012

Desarraigo

Nada. Vacío y un poco de humo
dibujando tu nombre capital en el aire,
revuelto con los platos rotos
y los bares que nunca cerramos.
Este será nuestro legado,
tatuado en cada uno de nuestros pasos sin rumbo.

Me emborracharé de nostalgia preventiva
y correré en círculos por tus calles que algún día creí mías, 
sintiendo que ya me fui, que esa ya no soy yo,
que el final llegó antes de lo esperado
y me encontró desnuda remendándome las ganas.

Acusaré a los segundos como únicos culpables 
por arrastrar siempre tras ellos a tantos minutos
con su manía de preceder lustros,
y suicidaré cada momento para evitar que sea el último
mientras recojo las cenizas de lo que nunca será
y me resigno a recalentar lo que juré no volver a comer.

Pero tú te alejas
y yo me pierdo
y me finges que te duele, 
y que no vuelvo,
y de nada sirve ocultar las pruebas 
que demuestran que algún día fuimos 
y que este final solo es el mismo mil veces repetido.

Negaré a quien me condene a vivir en una eterna despedida,
negaré que cada elección encierra en si misma una renuncia,
me negaré a mi misma y a todas las ciudades,
negaré la acción, 
negaré el verbo, 
negaré el miedo
y negaré tu nombre
y romperé el calendario
y quemaré los manuales 
y esconderé las maletas
y vacilaré con dudas externas
y me consolaré con amor ajeno.

Me esconderé para no perderme
en diminutas cajas de cerillas
donde atesorar los escasos recuerdos
y ocultar algunas lágrimas secas
para que el día que esté lejos
no me quede en el cuerpo ni una sola gota de tristeza
que me recuerde que nuestro castillo de naipes
se desvaneció para siempre
y que el puente de plata que me construí
yace hoy oxidado en el fondo del mar.

Así que no me pidas que me quede 
ni me hables del pasado,
pero sobre todo he de pedirte que no menciones al futuro,
que no pienso volver a malgastar saliva
bailando extrañas danzas con incómodas quimeras.


lunes, 14 de mayo de 2012

No te pido nada complicado

Ámame terriblemente.
Inyéctame en vena toda tu violencia poética,
arráncame la ropa y fóllame con descaro,
sin compasión ni remilgos,
sin pereza,
que las magulladuras duren para dar celos a otros,
y bésame después solo un poco,
que se me pegue la miel en los labios.
Róbame un cigarrillo
y lárgate antes de que te eche
para que pueda intentar echarte de menos.
Suplícame una noche más
aunque en el fondo no te importe,
hazme reír hasta que duela
y dime piropos de mentira.
Cántame canciones feas,
escríbeme poemas largos
y besa a otras cuando yo te vea.
Sacúdeme del cráneo la idea de amor romántico,
regálame un amor absurdo y esporádico, sucio,
sin planes ni promesas,
sin privatizaciones ni restaurantes,
sin boleros ni ataduras.
No me llames,
no me escribas,
no me busques,
que prefiero encontrarte yo cuando me pierda
antes que llegar a perderme
si algún día no me encuentras

La soledad

La soledad
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