Ella quería ser feliz
y no enamorarse en el intento.
Por ahora lleva:
tres tazas de café diarias,
unos cuantos orgasmos,
doscientas catorce cervezas,
incontables cigarrillos,
ciento ochenta y siete noches durmiendo sola,
muy pocos besos,
trece chupitos de valor,
un puñado de mensajes sin enviar,
cincuenta y nueve conversaciones transnochadas y media
y casi ningún abrazo.
Seguiremos informando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario