sábado, 15 de diciembre de 2007

Esperando (te)

Salí temprano, para no hacerte esperar, y es que por una vez en mi vida quería ser puntual.


Llegué al bar, y con la ilusión de quien va vestido de domingo empecé a beber de manera automática.


Cada cinco minutos le metía prisa el tiempo; el camarero no paraba de poner canciones de desamor, y yo casi me parto el cuello buscandote entre la gente, girada hacia la puerta.


Pasaron las horas y el carmín seguía intacto, esperando que lo borraras a bocados y dejaras desnuda la boca. Con cada latido del reloj se me esfumaba un kilo de ilusión y me sentia dos litros más vieja. El alcohol seguía corriendo, el humo no dejaba respirar, la gente reía, la música sonaba. Pero no pasó nada.


No pasaron tus manos por mis botones. No vi tus ojos mientras buscabas el sujetador. Las braguitas se quedaron esperando que las rompieras, y mis manos no se agarraron a tu espalda.


El amanecer me encontró con los labios pintados de besos marchitos y el corazón al fondo de una copa rota. Y en silencio me hizo prometerle que nunca más.

1 comentario:

dafne cinemateka dijo...

Nunca me había sentido tanidentificada con las palabras escritas de otra persona. Anoche también yo me quedé esperando el abrazo desnudo de alquien a quien no puedo olvidar, mientras el frío iba calando, poco a poco, en mi cuerpo y en mi corazón.

La soledad

La soledad
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