VÉRTIGO

Un dia como otro cualquiera miras a tu alrededor y descubres que la vida te arrastra como a una bolsa de plástico un dia de viento.

Duermes, comes, haces el amor, respiras; puros actos biológicos imprescindibles en cualquiera.Sonries cuando la situación lo requiere, hablas con la gente de mil cosas y de ninguna, caminas a un determinado ritmo, siempre en una dirección, siempre tienes algún sitio a donde ir. Quieres y odias, aplaudes, te emocionas. Celebras tu cumpleaños, dejas que te hagan el centro de atención por un dia.

Actos culturales, actos sociales, emociones humanas, todo medido, todo mecanizado.

Piensas, sueñas, hablas, amas, ríes, lloras, tiemblas, deseas, consumes, derrochas, estudias, trabajas, saludas, sales, bebes, suspiras, te agobias, eres feliz, caminas y caminas, siempre un rumbo, siempre adelante, siempre vivo, tan vivo, siempre viviendo, sobreviviendo.Y de repente lo ves todo claro, ves como todo esto pasa a tu alrededor y tú no eres más que un mero espectador en los mejores casos, en otros el títere que vive y vive sin preguntar nunca qué, porqué, para qué.

Y es entonces cuando sientes el vértigo, cuando surge la duda y el miedo te hiela la sangre, porque ya no sabes si realmente estás tan vivo como tú siempre habías creido.